Históricamente las rosas son el símbolo inequívoco del romanticismo, ya sea por su apariencia delicada, su estética llamativa o su color rojo, el cual está psicológicamente relacionado con la pasión, la sangre y la vitalidad. Gracias a estos conceptos las rosas se han convertido en el regalo ideal para cualquier ocasión que amerite ser romántico y original.

Sin embargo, muchos se preguntaban por qué las rosas solo nacían de determinados colores ¿por qué no existía más variedad? Y fue cuando la ciencia comenzó a realizar su trabajo y despertó el interés de muchos expertos que intentarían luego una hazaña que parecía imposible, crear la tan cotizada Rosa Azul.

La flor es el órgano reproductor que se encarga de la multiplicación de las plantas y los pétalos son los encargados de llevar el resto de la información, color, aroma y textura. El desarrollo floral que le otorga todas las características a una rosa se da por una mezcla de distintos genes y factores externos como la exposición a la luz, los nutrientes del suelo, la cantidad de agua, etc.

Son tres tipos de pigmentos los encargados de otorgarle el color a una flor, ellos son: Flavonoides, Carotenoides (gama de rojos y marrones) y Betalaínas (gama menos común marfil, amarillos y violetas) y fue un científico llamado Frank Cowlishawun quien luego de invertir 25 años de su vida en el cruce de rosas logró crear la primera “Raphsody in blue” un bella rosa azul con tonos violetas.

Y se preguntarán ¿por qué la naturaleza no ha hecho rosas azules? Y la respuesta es científica puesto que ninguna rosa es capaz de producir un gen llamado delfinidina de forma pura y por eso su capacidad de pigmentación jamás podrá abarcar los tonos azules a menos que sea modificado artificialmente. Durante los primeros experimentos descubrieron que podían silenciar los genes encargados de pintar de color rojos sus pétalos y qué del mismo modo podían extraer de otras flores con pigmentos violetas la capacidad genética de reproducir el azul.

Con toda esta información recabada lograron silenciar el gen DFR de una rosa rosada e integraron el gen azul de un lirio ya que genéticamente es muy similar a una rosa común y gracias a esto pudieron reprogramar la carga genética indicándole a la rosa que anulara la producción de pigmento rojo e iniciara una producción de pigmento azul de forma automática y gracias a esto hoy en día podemos comprar lindas rosas azules.